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miércoles, 7 de julio de 2010

FILOSOFOS


ORDEN CRONOLOGICO:

SIGLO VI A.C. a IV D.C.

Tales de Mileto
Anaximandro de Mileto
Anaxímenes de Mileto
Pitágoras de Samos
Heráclico de Éfeso
Jenófanes de Colofón
Perménides de Elea
Zenón de Elea
Anaxágoras de Clazomene
Empédocles de Akragas
Demócrito de Abdera
Protágoras de Abdera
Sócrates
Platón
Aristóteles
Epicuro

SIGLO V a XVI

Agustín de Hipona
Anselmo de Canterbury
Tomás de Aquino
Ockham
Erasmo
Lutero
Tomás Moro
Maquiavelo

SIGLO XVII a XVIII

Hobbes
Galileo Galilei
Descartes
Locke
Hume
Kant

SIGLO XIX a XX

Marx
Nietzscher
Moore
Ortega y Gassete
Sartre
Althusser
Khun


lunes, 5 de julio de 2010

TRILEMA DE MUNCHHAUSEN

El trilema de Münchhausen, también llamado trilema de Agripa, es un ataque a la posibilidad de lograr una justificación última para cualquier proposición, incluso en las ciencias formales como la matemática y la lógica. Un trilema es un problema que admite sólo tres soluciones, todas las cuales parecen inaceptables. El argumento corre así: cualquiera sea la manera en que justifiquemos una proposición, si lo que se quiere es certeza absoluta, siempre será necesario justificar los medios de la justificación, y luego los medios de esta nueva justificación, etc. Esta simple observación nos condena sin escape a una de las siguientes tres alternativas (los tres cuernos del trilema):
  1. Una regresión infinita: A se justifica por B, B se justifica por C, C se justifica por D, etc. (regressus ad infinitum).
  2. Un círculo lógico: A se justifica por B, B se justifica por C, y C se justifica por A (petitio principii).
  3. Un corte arbitrario en el razonamiento: A se justifica por B, B se justifica por C, y C no se justifica. Esta última proposición puede presentarse como autoevidente, de sentido común o como un principio fundamental (postulado o axioma) de la razón; pero aun así representaría una suspensión arbitraria del principio de razón suficiente, que acaso podría soslayarse afirmando que C se justifica por C (causa sui).

Desde el punto de vista de la metalógica, resulta interesante comparar '1' y '3' con el primer y el segundo Teorema de incompletitud de Gödel, respectivamente.

PROBLEMA DE GETTIER


El problema de Gettier es un problema de gnoseología moderna que surge al presentar contraejemplos a la definición de la lógica proposicional del "conocimiento" como "creencia verdadera justificada" (CVF). El problema le debe su nombre a un artículo de tres páginas publicado en 1963 por Edmund Gettier, llamado "Is Justified True Belief Knowledge?" (¿Es la creencia verdadera justificada un conocimiento?), en la que Gettier argumenta que no es necesariamente el caso. Otros filósofos han propuesto problemas ligeramente diferentes, que se han incorporado a los contraejemplos enunciados por Gettier. El conjunto de estos problemas y el desafío que plantean a la cuestión ¿qué es conocer? recibe el nombre del problema de Gettier. Aunque se han dedicado cientos de artículos a esta cuestión, no hay consenso respecto a la solución al problema general.



CONTRAEJEMPLOS:


El artículo de Gettier empleó experimentos mentales como contraejemplos para mostrar que hay creencias verdaderas y justificadas, y que por tanto satisfacen la definición tripartita de la creencia verdadera justificada—pero no parece que se trate de auténticos casos de conocimiento. Según Gettier, estos contraejemplos muestran que la definición de conocimiento como creencia verdadera justificada es errónea, y que es necesario un análisis conceptual distinto para definir al conocimiento. Con posterioridad otros filósofos han planteado nuevos problemas ligeramente diferentes.

Los problemas de Gettier tienen dos puntos en común. El primero es que la justificación es falible. Es decir, justifica de alguna manera la creencia, pero no es concluyente. El segundo es que interviene decisivamente el azar. Estos dos puntos se combinan de forma que la suerte compensa la debilidad de la justificación.

El trabajo de Smith

El primer contraejemplo enunciado por Gettier es el siguiente: Smith ha pedido un trabajo pero tiene la creencia justificada de que «Jones conseguirá el trabajo». También tiene la creencia justificada de que «Jones tiene 10 monedas en su monedero». Por lo tanto, Smith concluye (justificadamente, por la regla de transitividad de la identidad) que «el hombre que consiga el trabajo tiene diez monedas en su monedero».

Al final Jones no consigue el trabajo, sino que se lo dan a Smith. Sin embargo, Smith descubre al abrir su monedero que tiene 10 monedas en él. Así que su creencia de que «el hombre que consiga el trabajo tiene diez monedas en su monedero» estaba justificada y es verdadera. Pero no parece que sea conocimiento.

Brown en Barcelona

El segundo contraejemplo enunciado por Gettier es: Smith tiene la creencia justificada de que «Jones posee un Ford». Smith concluye (justificadamente, por la regla de la regla de adición) que «Jones posee un Ford o Brown está en Barcelona», aunque Smith no tiene dato alguno sobre dónde está Brown.

Jones no posee un Ford, pero por una extraña coincidencia, Brown se encuentra en Barcelona. De nuevo, Smith tenía una creencia que era verdadera y estaba justificada, pero no parece que tuviese conocimiento.

La oveja en el campo

Roderick M. Chisholm propuso el siguiente contraejemplo: Un observador ve en la lejanía lo que le parece exactamente una oveja. Así que cree que hay una oveja en el campo. Sin embargo, resulta que era un perro que el pastor había camuflado para hacerlo pasar por oveja. Pese a todo, tras una cerca se encontraba una oveja. De forma que su creencia estaba justificada y era cierta.

El pirómano

Otro problema, propuesto por Brian Skyrms, se puede enunciar como sigue: Un pirómano saca una cerilla de una caja de una marca que conoce bien, porque nunca le han fallado. Evalúa las condiciones de la cerilla y el ambiente y considera que son idóneas para que la cerilla se encienda. Por tanto, cree justificadamente que si trata de encenderla la cerilla prenderá. La cerilla, en efecto, se enciende. La creencia estaba por tanto, justificada y se ha probado cierta. Sin embargo, desconocía que la cerilla tiene una serie de impurezas difícilmente detectables que habrían impedido que se encendiese de no ser por la coincidencia de que la cerilla recibe un haz de rayos Q, una extrañísima e infrecuente radiación que cambia las condiciones de la cerilla y hace que se encienda.

Los falsos graneros

El siguiente problema fue enunciado por Alvin Goldman: Henry está conduciendo su auto por la carretera. A lo lejos, ve algo que parece ser exactamente un granero. Ante esta percepción, cree justificadamente que está viendo un granero. Sin embargo, desconoce que en la región tienen la costumbre de construir falsos graneros, que sólo tienen la fachada que se ve desde la carretera. Pese a todo, por casualidad lo que Henry había visto era en realidad uno de los pocos casos de verdaderos graneros de la zona.

RAMAS DE LA FILOSOFIA

Las ramas que componen la filosofía han variado mucho a través de los siglos. Por ejemplo, en sus orígenes, la filosofía abarcaba el estudio de los cielos que hoy llamamos astronomía. Teniendo esto en cuenta, a continuación se presentan algunas de las ramas centrales de la filosofía en el presente.

Metafísica

La metafísica se ocupa de investigar la naturaleza, estructura y principios fundamentales de la realidad en general. Esto incluye: ser, entidad, existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.

Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía natural.

La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles no, más allá de las apariencias.

Aristóteles designó la metafísica como «primera filosofía». En la física se asume la existencia de la materia y en la biología la existencia de la materia orgánica pero ninguna de las dos ciencias define la materia o la vida; sólo la metafísica suministra estas definiciones básicas.

A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido que de alguna manera u otra, la metafísica es imposible. Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil. La versión fuerte es que todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido. Esto depende por supuesto de una teoría del significado. Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron defensores explícitos de esta posición. La versión débil, por otra parte, es que si bien las afirmaciones metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues esto va más allá de las capacidades cognitivas del hombre. Esta posición es la que sostuvieron, por ejemplo, David Hume e Immanuel Kant.

Gnoseología

La gnoseología es el estudio del origen, la naturaleza y los límites del conocimiento humano. No hay que confundir la gnoseología con la epistemología que designa específicamente el estudio del conocimiento científico.

Dentro de la gnoseología, una parte importante, que algunos consideran incluso una rama independiente de la filosofía, es la fenomenología. La fenomenología es el estudio de los fenómenos, es decir de la experiencia, más precisamente, la estructura de los distintos tipos de experiencia, tales como la percepción, el pensamiento, el recuerdo, la imaginación, el deseo, etc. La filosofía de Sastre, llamada existencialista, llamó fenomenológico al método de dicha filosofía sartreriana.

En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento por familiaridad. El primero se asocia a la expresión «saber que», el segundo a la expresión «saber cómo», y el tercero se asocia a la expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así decimos, por ejemplo, que en la biología se sabe que los perros son mamíferos. Éste es un conocimiento proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro, el cual es un conocimiento práctico o performativo. Y por último, el conocimiento por familiaridad es aquel que posee quien dice, por ejemplo, «yo conozco a su perro». La mayoría del trabajo en gnoseología se centra en el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esto.

Un debate importante y recurrente en la gnoseología es aquel entre el racionalismo y el empirismo. El racionalismo es la doctrina que sostiene que parte de nuestro conocimiento proviene de una «intuición racional» de algún tipo, o de deducciones a partir de estas intuiciones. El empirismo defiende, en cambio, que todo conocimiento proviene de la experiencia sensorial. Este contraste está asociado a la distinción entre conocimiento a priori y conocimiento a posteriori,[ cuya exposición más famosa se encuentra en la introducción a la Crítica de la razón pura, de Immanuel Kant.

Aún otra distinción influyente fue la que promovió Bertrand Russell entre conocimiento por familiaridad, y conocimiento por descripción. El primer tipo de conocimiento es el conocimiento directo, como puede ser una percepción o un dolor. El segundo es en cambio el conocimiento indirecto, al que llegamos sólo mediante una descripción definida que refiere unívocamente al objeto siendo conocido.

Algunos de los problemas centrales a la gnoseología son: el problema de Gettier, el trilema de Münchhausen y el problema de la inducción.

Lógica

La lógica es el estudio de los principios de la inferencia válida. Una inferencia es un proceso o acto en el que a partir de la evidencia provista por un grupo de premisas, se afirma una conclusión. Tradicionalmente se distinguen tres clases de inferencias: las deducciones, las inducciones y las abducciones, aunque a veces se cuenta a la abducción como un caso especial de inducción. La validez o no de las inducciones es asunto de la lógica inductiva y del problema de la inducción. Las deducciones, en cambio, son estudiadas por la mayor parte de la lógica contemporánea. Cuando un argumento es deductivamente válido, se dice que la conclusión es una consecuencia lógica de las premisas. El concepto de consecuencia lógica es, por lo tanto, un concepto central a la lógica. Para estudiarlo, la lógica construye sistemas formales que capturan los factores relevantes de las deducciones como aparecen en el lenguaje natural. Para entender esto, considérese la siguiente deducción:

  1. Está lloviendo y es de día.
  2. Por lo tanto, está lloviendo.

La obvia validez de este argumento no se debe al significado de las expresiones «está lloviendo» y «es de día», porque éstas podrían cambiarse por otras y el argumento permanecer válido. Por ejemplo:

  1. Está nevando y hace frío.
  2. Por lo tanto, esta nevando.

En cambio, la clave del argumento reside en la expresión «y». Si esta expresión se cambia por otra, entonces el argumento deja de ser tan obviamente válido:

  1. Ni está nevando ni hace frío.
  2. Por lo tanto, esta nevando.

Las expresiones de las que depende la validez de los argumentos se llaman constantes lógicas, y la lógica las estudia mediante sistemas formales. Dentro de cada sistema formal, la relación de consecuencia lógica puede definirse de manera precisa, generalmente por medio de teoría de modelos o por medio de teoría de la demostración.

Otros temas que caen bajo el dominio de la lógica son las falacias y las paradojas.

Ética

La ética abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Dentro de la ética contemporánea se suelen distinguir tres áreas o niveles:

La metaética estudia el origen y el significado de los conceptos éticos, así como las cuestiones metafísicas acerca de la moralidad, en particular si los valores morales existen independientemente de los humanos, y si son relativos, convencionales o absolutos. Algunos problemas de la metaética son el problema del ser y el deber ser, el problema de la suerte moral, y la cuestión acerca de la existencia o no del libre albedrío.

La ética normativa estudia los posibles criterios morales para determinar cuándo una acción es correcta y cuándo no. Un ejemplo clásico de un criterio semejante es la regla de oro. Dentro de la ética normativa, existen tres posturas principales:

El dilema del tranvía es un experimento mental que sirve para ilustrar y poner a prueba distintas teorías éticas.

  • El consecuencialismo sostiene que el valor moral de una acción debe juzgarse sólo basándose en si sus consecuencias son favorables o desfavorables. Distintas versiones del consecuencialismo difieren, sin embargo, acerca de cuáles consecuencias deben considerarse relevantes para determinar la moralidad o no de una acción. Por ejemplo, el egoismo moral considera que una acción será moralmente correcta sólo cuando las consecuencias de la misma sean favorables para el que la realiza. En cambio, el utilitarismo sostiene que una acción será moralmente correcta sólo cuando sus consecuencias sean favorables para una mayoría. También existe debate sobre qué debe contarse como una consecuencia favorable.
  • La deontología, en cambio, sostiene que existen deberes que deben ser cumplidos, más allá de las consecuencias favorables o desfavorables que puedan traer, y que cumplir con esos deberes es actuar moralmente. Por ejemplo, cuidar a nuestro hijos es un deber, y es moralmente incorrecto no hacerlo, aún cuando esto pueda resultar en grandes beneficios económicos. Distintas teorías deontológicas diferen en el método para determinar los deberes, y consecuentemente en la lista de deberes a cumplir.
  • La ética de las virtudes, por otra parte, se enfoca menos en el aprendizaje de reglas para guiar la conducta, y más en la importancia de desarrollar buenos hábitos de conducta, o virtudes, y de evitar los malos hábitos, es decir los vicios.

Finalmente, la ética aplicada estudia la aplicación de las teorías éticas a asuntos morales concretos y controversiales. Algunas de estas cuestiones son estudiadas por subdisciplinas. Por ejemplo, la bioética se ocupa de las cuestiones relacionadas con el avance de la biología y la medicina, como el aborto inducido, la eutanasia y la donación de órganos. La ética ambiental, por otra parte, estudia cuestiones como los derechos de los animales, la experimentación con animales y el control de la contaminación.

Estética

La única definición que parece gozar de algún consenso entre los filósofos, es que la estética es el estudio de la belleza. Sin embargo, algunos autores también generalizan esta definición y afirman que la estética es el estudio de las experiencias estéticas y de los juicios estéticos. Cuando juzgamos que algo es bello, feo, sublime o elegante (por dar algunos ejemplos), estamos haciendo juicios estéticos, que a su vez expresan experiencias estéticas.

Filosofía política

La filosofía política es el estudio acerca de cómo debería ser la relación entre los individuos y la sociedad. Esto incluye el estudio de los gobiernos, las leyes, los derechos, el poder y las demás instituciones y prácticas políticas. La filosofía política se diferencia de la ciencia política por su carácter generalmente normativo. Mientras la ciencia política dedica más trabajo a investigar cómo fueron, son y serán los fenómenos políticos, la filosofía política se encarga de teorizar sobre cómo deberían ser dichos fenómenos.

La filosofía política tiene un campo de estudio amplio y se conecta fácilmente con otras ramas y subdisciplinas de la filosofía, como la filosofía del derecho y la filosofía de la economía. Se relaciona fuertemente con la ética en que las preguntas acerca de qué tipo de instituciones políticas son adecuadas para un grupo depende de qué forma de vida se considere adecuada para ese grupo o para los miembros de ese grupo. Las mejores instituciones serán aquellas que promuevan esa forma de vida.

Filosofía del lenguaje

La filosofía del lenguaje es el estudio del lenguaje en sus aspectos más generales y fundamentales, como la naturaleza del significado, de la referencia, y la relación entre el lenguaje, los usuarios del lenguaje y el mundo. A diferencia de la lingüística, la filosofía del lenguaje se sirve de métodos no-empíricos (como experimentos mentales) para llegar a sus conclusiones. En general, en la filosofía del lenguaje no se hace diferencia entre el lenguaje hablado, el escrito o cualquiera otra de sus manifestaciones, sino que se estudia aquello que es común a todas ellas.

La semántica es la parte de la filosofía del lenguaje (y de la lingüística) que se ocupa de la relación entre el lenguaje y el mundo. Algunos problemas que caen bajo este campo son el problema de la referencia, la naturaleza de los predicados, de la representación y de la verdad.

La pragmática, por otra parte, es la parte de la filosofía del lenguaje que se ocupa de la relación entre los usuarios del lenguaje y el lenguaje. Algunas de las cuestiones centrales de la pragmática son la elucidación del proceso de aprendizaje del lenguaje, de las reglas y convenciones que hacen posible la comunicación, y la descripción de los muchos y variados usos que se le da al lenguaje, entre ellos: describir estados de cosas, preguntar, dar órdenes, contar chistes, traducir de un lenguaje a otro, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar, etc.

Filosofía de la mente

La filosofía de la mente es el estudio de la mente incluyendo las percepciones, sensaciones, emociones, fantasías, sueños, pensamientos y creencias.

Tanto para la fenomenología como para la filosofía analítica, un candidato importante para ser una condición necesaria, aunque no suficiente, de todo fenómeno mental es la intencionalidad. La intencionalidad es el poder de la mente de ser acerca de, de representar, o de ponerse en lugar de cosas, propiedades o estados de cosas. Por ejemplo, uno no recuerda simplemente, sino que recuerda algo, y tampoco quiere en abstracto, sino que quiere algo determinado. La propuesta de algunos filósofos es que todo lo que sea mental está «dirigido» hacia algún objeto, en el sentido más general de objeto, y que por lo tanto la intencionalidad es una característica necesaria, aunque no suficiente, de lo mental.

Otra característica importante y controversial de lo mental son los qualia, o propiedades subjetivas de la experiencia. Cuando uno ve una nube, se pincha un dedo con un alfiler, o huele una rosa, experimenta algo que no se puede observar desde fuera, sino que es completamente subjetivo. A estas experiencias se las llama «qualia». Parte de la importancia de los qualia se debe a las dificultades que suscitan al fisicalismo para acomodarlos dentro de su concepción de lo mental.

La filosofía de la mente se relaciona con la ciencia cognitiva de varias maneras. Por un lado, las filosofías más naturalistas pueden considerarse como parte de las ciencias cognitivas. En cambio, otras filosofías critican a la ciencia cognitiva por suponer que lo mental es representacional o computacional. Por ejemplo, algunos críticos señalan que la ciencia cognitiva descuida muchos factores relevantes para el estudio de lo mental, entre ellos las emociones, la conciencia, el cuerpo y el entorno.

Algunos problemas centrales en la filosofía de la mente son el problema de la relación entre la mente y el cuerpo, la identidad personal a través del tiempo, y el problema del conocimiento de otras mentes.

Filosofía de la historia

La filosofía de la historia es la rama de la filosofía que estudia el desarrollo y las formas en las cuales los seres humanos crean la historia. Puede, en algunos casos, especular con la existencia de un fin u objetivo teleológico de la historia, o sea, preguntarse si hay un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de creación de la historia.

Las preguntas sobre las cuales trabaja la filosofía de la historia son muchas, ya que se trata de una materia compleja. Algunas de estas preguntas son, por ejemplo, ¿Cuál es el sujeto propio del estudio del pasado humano? ¿Es el individuo? ¿Son las organizaciones sociales, la cultura, o acaso la especie humana por entero? Yendo aún más allá de estas preguntas clásicas, algunos filósofos modernos han introducido un nuevo concepto, sosteniendo que la historia ha dejado de ser el estudio de unidades, de hechos, pasando a ser el estudio de una compleja totalidad, que comprende no sólo las acciones humanas pasadas y sus consecuencias visibles, sino que incluye un sinnúmero de factores en su contexto, como las relaciones humanas, las corrientes de pensamiento, las motivaciones particulares, y, tal vez el factor más recientemente incorporado y que más ha revolucionado este campo de la filosofía, es el de los pensamientos, acciones, relaciones y motivaciones de aquel individuo que escribe la historia, esto es, del historiador.

Un poco de filosofía

La filosofía (del latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, 'amor por la sabiduría') es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.

Podemos hablar de filosofía occidental y filosofía oriental.

La tradición filosófica occidental comenzó en la Antigua Grecia y se desarrolló principalmente en Occidente. El término «filosofía» es originario de Occidente, y su creación ha sido atribuida al pensador griego Pitágoras. Su popularización se debe en gran parte a los trabajos de Platón y Aristóteles, y que han recibido atención constante hasta nuestros días. El término «filósofo» sustituyó al término «sofista» para designar a quienes buscaban la verdad. Algunos de los sofistas más famosos eran lo que ahora llamamos filósofos, pero fue Platón quien utilizó en sus diálogos los dos términos para poner en contraste a quienes se dedicaban a buscar la verdad, los filósofos, con quienes arrogantemente afirmaban poseerla, los sofistas, ocultando su ignorancia detrás juegos retóricos o adulación, convenciendo a otros de algo infundado o falso, y cobrando además por enseñar a hacer lo mismo.

La filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la ciencia, la religión y la política occidentales. Algunos conceptos fundamentales de estas disciplinas todavía se pueden pensar como conceptos filosóficos. En épocas anteriores, estas disciplinas eran consideradas parte de la filosofía. Así, en Occidente, la filosofía era un concepto extenso y ambiguo. Hoy, sin embargo, su alcance es más restringido y se caracteriza por ser una disciplina más fundamental y general que cualquier otra.

Con respecto a la filosofía oriental, podemos decir que se refiere a las diversas corrientes filosóficas que se desarrollaron en el Este y Sudeste de Asia, aunque algunas de éstas se le llaman religiones (como al budismo practicado en China y Japón) es erróneo decir que lo son, ya que ellos mismos no aceptan ese termino.

Ejemplos de filosofías orientales son el Budismo, el Taoísmo y el Confucianismo. En occidente también se considera a las doctrinas religiosas orientales como parte de la tradición filosófica de oriente, siendo algunos ejemplos conocidos el hinduismo, la religión china, la persa, la japonesa y la coreana, pero estas no son netamente escuelas filosóficas sino más bien credos religiosos. A pesar de esto es importante destacar que muchas religiones orientales poseen elementos originalmente extraídos de las distintas formas de filosofía oriental a las que se les ha añadido elementos de la mitología de sus respectivas tierras de origen, siendo así que las religiones orientales suelen presentar un sincretismo entre las creencias religiosas y mitológicas combinadas con ciertos argumentos filosóficos, a pesar de que la filosofía en la que se base puede no haber sido afín a la religión que posteriormente incorporó elementos de dicha filosofía.

domingo, 4 de julio de 2010

PARA EMPEZAR


La idea de crear este blog surgió pensado para tener un espacio donde cultivar nuestros espíritus y mentes, de ahí el nombre filocultura, y para todos, porque la idea es publicar distintos temas y debatirlos.

No quiero que este blog sea unidireccional, donde publico y ustedes leen, sino que quiero que exista retroalimentación (feedback), por eso, el funcionamiento y perdurabilidad de este espacio depende de todos.